Diviértete cocinando y toma fotos

No cabe duda de que “una imagen vale más que mil palabras”. Para poner esta frase en acción, te invitamos a tomar fotos de tus comidas y a compartirlas con nosotros en redes sociales. Aquí te damos algunos consejos que seguro te van a ayudar a captar la esencia de tu plato.

Para este reto, vamos a elaborar la receta de atún con huevo de Van Camp’s.

¿Te animas a convertirte en un foodie fotógrafo?

La luz es importante para las fotos de tu comida

La mayoría de las veces, la claridad natural que viene de una ventana será todo lo que necesitas para tener una iluminación posterior o lateral que difumine y dé textura a tu creación.

Quizás la luz de tu cocina no es tan buena como la de tu dormitorio. Si es así, no dudes en llevar tus platos de paseo a la alcoba.

En caso de no contar con una fuente de luz natural, utiliza una lámpara o la linterna de tu celular.

La composición lo es todo

Para que la receta se vea lo más atractiva posible, utiliza una vajilla bonita, coloca los alimentos de una forma creativa e incluye algún objeto decorativo. Una mesa bien puesta realzará tu plato.

También puedes añadir un elemento humano a la composición, como puede ser una mano tomando el tenedor.

Menos es más si vas a hacer fotos de la comida

Recuerda que en la fotografía de alimentos la regla “menos es más” es la clave. No recargues demasiado los platos y elimina aquello que no necesitas y puede distraer. ¡Pon el foco en lo que realmente es importante!

Incluso a la hora de hacer las recetas no es necesario elaborar platos difíciles; usando ingredientes frescos y simples se consiguen grandes resultados.

Sé creativo y fíjate en los detalles

Practica tomando las fotos desde diversos ángulos, para conseguir realismo.

Todo plato tiene su lado favorecedor. ¿Qué te parece si hacemos un plano desde arriba al mejor estilo Instagram?

Quizás es mejor dar profundidad a la imagen difuminando el fondo y destacando la comida. O también puedes centrar tu atención en algún detalle, como puede ser una esquina del plato.

Intenta mover el plato alrededor y tomar tantas fotos como puedas para elegir la mejor. Tómate tu tiempo, la comida no se va cansar por muchas horas que esté posando.

Ten presentes los detalles. Si, por ejemplo, la piel de algún alimento parece dañada, no dudes en voltearla o directamente sacarla del plano.

No olvides que tomar una foto de cerca pone de relieve las imperfecciones. Evita el desorden y la suciedad. Esto parece obvio, pero a veces se puede pasar por alto.

Recuerda que no tienes que ser un foodie fotógrafo experto para disfrutar con esta actividad. ¡Con práctica irás mejorando!