LO MEJOR DE VIVIR UNA AVENTURA EN MOTO

Como Bikefriend aventureros, nos encantan todos los retos que trae empezar una nueva aventura. Somos felices conociendo nuevos lugares y dándole un sabor distinto a cada camino.

De cada aventura en moto, lo que quedan son los buenos recuerdos y los aprendizajes que deja cada experiencia. Te compartimos los momentos que más recordamos de esta Aventura a la Lata para que te inspires y vivas los propios:

La compañía de Ivan Camps

Cuando empezamos nuestra aventura en moto, una de nuestras latas de Van Camp’s se convirtió en nuestra compañera de viaje cuando la decoramos con unos ojos, pelo y un sombrero.

Estos pequeños detalles que nos divierten hacen que el camino sea más ameno. Aunque, al final, nuestro querido Ivan Camps terminará siendo un poco gasolinero, subiéndose a la primera moto que se encontraba.

El recibimiento en cada parada

Descubrimos que la comunidad motera es muy grande, que rueda con los brazos abiertos y hambre de aventura en moto.

Una de las cosas más lindas fue el recibimiento que tuvimos en cada ciudad, sobre todo cuando terminamos nuestra Aventura a la Lata con la llegada a Bogotá, momento en el cual nos recibieron unas 200 personas.

El momento de comer

Nuestro momento preferido de cada día era la hora de comer, porque nos deteníamos a disfrutar el paisaje, acompañando la aventura con un sabor delicioso. Como cada día hay una parada distinta, comemos siempre en un ambiente nuevo y compartiendo un sabor diferente.

Como nuestra alimentación fue en gran parte con latas de Atún Van Camp’s, aprovechamos para combinar este ingrediente con comidas típicas de las regiones que visitamos. En Antioquia comimos Arepa paisa con atún y cuando llegamos a la costa pudimos disfrutar la arepa de huevo y los patacones en la costa.

Paisajes y gente que queremos ver de nuevo

En el camino de esta aventura en moto, hay distintos paisajes colombianos que pudimos disfrutar. Entre nuestros preferidos de la Aventura a la Lata, está la parada en el Valle de Cocora, en Armenia.

También nos disfrutamos un montón ir a pescar en la costa, aunque no lográramos atrapar ni un pez. Pero lo más lindo, sin importar a dónde íbamos, era la calidez de la gente que nos recibía y nos hacía sentir como en casa.

Claro que no todos los recuerdos son buenos, hay algunas cosas que no nos gusta recordar de a mucho, pero que son importantes por los aprendizajes que nos dejan para la próxima aventura en moto.

En nuestro caso, hubo un momento en que descubrimos que una GoPro se perdió, pero ya habíamos avanzado mucho y no nos podíamos devolver a buscarla. Esto nos enseñó a las malas la importancia de cuidar bien todo lo que llevamos, más aún si tiene valor para nosotros.

En otro momento se nos perdió nuestro compañero de viaje y no teníamos señal para comunicarnos. Tuvimos la suerte de encontrarlo preguntando a las personas del pueblo, pero podríamos haber evitado el inconveniente con la ayuda de un par de radios.

Esperamos que al leer sobre estos momentos te antojes también de vivir Aventura a la Lata, siempre en compañía del mejor sabor, el de tu Atún Van Camp’s.